Misión
Contribuir a aportar y desarrollar nuestra misión en la Iglesia y en el mundo.
Visión
Promover, animar y transmitir el carisma marianista desde una mayor coordinación y colaboración entre las comunidades de laicos y religiosos, fortaleciendo las cuatro ramas de la Familia Marianista, insertadas en la Iglesia y realidad Peruanas.
Carisma y Espiritualidad
Podemos afirmar que el Beato Guillermo José Chaminade fundó:
- Una comunidad de laicos (llamada la Congregación) que actualmente se llaman “Comunidades laicas marianistas” (CLM).
- Dentro de este movimiento laico se creó el “Estado” (jóvenes con más compromiso cristiano) que actualmente se llama “Alianza Marial” (AM).
- De donde surgieron posteriormente dos institutos religiosos “La Compañía de María, Marianistas” (SM) y las “Hijas de María Inmaculada”, las Marianistas (FMI).
El Carisma, expresado en estas cuatro Ramas, cuya fuente es el espíritu de María, es un don de Dios para su pueblo.
Pilares del Carisma Marianista
El Carisma marianista que Dios le dio al Beato Chaminade, es una persona: MARÍA, madre de Jesús y madre nuestra. El Carisma marianista se expresa:
Viviendo en Espíritu de familia
“Queremos que el espíritu de familia sea el sello distintivo de nuestras comunidades haciendo crecer en ellas los rasgos característicos de María, en especial su fe, su humildad, su sencillez y su hospitalidad”. Promovemos un ambiente institucional en nuestra Misión en el cual se manifieste el respeto, la confianza, la comunicación, igualdad y solidaridad.
Siendo Misioneros
Nuestro fundador exclamaba “Cada congregante
es un misionero y la Congregación es una misión permanente”. “Todos somos misioneros”
y la Compañía de María y cada comunidad
en concreto se considera en estado
de misión permanente”.
Comprometiéndonos en Alianza con María.
El Beato Chaminade afirmaba que “nosotros hemos elegido a María como Madre” lo que indica una elección (libertad); “nos hemos comprometido con María a todo lo que un hijo debe hacer… sobre todo nos hemos comprometido… a su asistencia”. Nuestra consagración es fundamentalmente misionera y apostólica.
Formándonos en la Fe.
“Nuestro objetivo principal es la formación en la Fe. En particular, tratamos de motivar y preparar apóstoles, y hacer surgir comunidades de seglares comprometidos” “La Fe nos lleva, a nosotros y a los apóstoles que formamos, a la conversión de corazón y a la unión de los que luchan por la justicia, la libertad y la dignidad humana”.